Pesca

Ante la falta de apoyo al sector y la crisis que afecta a cooperativas, compradores y empacadores por la pandemia, el crimen organizado gana terreno en la actividad pesquera que realizan comunidades ribereñas, que por necesidad o presión, reciben créditos de la "maña" para fabricar sus redes, reparar motores o remozar sus pequeñas embarcaciones, previo al inicio de la temporada de captura.

Cientos de permisionarios y pescadores del Alto Golfo de California agrupados en cooperativas y federaciones presentarán este miércoles y jueves una lluvia de amparos en contra del Acuerdo del Gobierno de México que prohíbe la fabricación, transportación y uso de redes de pesca tradicionales en el hábitat de la vaquita marina.

Todavía sin que la Profepa pueda definir las causas de la mortandad de aproximadamente 185 lobos marinos en la región del Golfo de Ulloa, en Baja California Sur, aparecieron otros 12 ejemplares muertos, pero ahora en costas de Camalú, municipio de San Quintín, en Baja California.

Transferir las facultades de inspección y vigilancia de Conapesca a la Secretaría de Marina (Semar), no resuelve el problema de la pesca ilegal en México, porque se trata de un problema estructural, que tiene que ver con recortes presupuestales, la falta de ordenamiento y la carencia desde hace 13 años del reglamento de la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables, advirtió Oceana México.

Aprovechando su visita de miércoles y jueves a Sonora, pescadores del Alto Golfo de California enviaron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador para solicitarle una vez más su intervención para solucionar la crisis que se vive en la región, con dos demandas muy concretas: "que se saque a los ilegales del mar y se nos ayude cuanto antes a diseñar artes de pesca rentables y sustentables", para el hábitat de la vaquita marina.