Acompañados de Teo, un pelícano de más de tres metros de altura, que representa la urgencia de proteger los ecosistemas costeros de México, activistas de Greenpeace México, la Alianza México sin Plásticos y el movimiento Libérate del Plástico, se manifestaron a las afueras del Palacio Legislativo de San Lázaro para exigir a los diputados legislen a favor de un México libre de contaminación por plásticos.
Con una báscula gigante que cargaba 350 mil firmas de la ciudadanía, pidieron que el poder de la gente pese más que el de la industria del plástico, cuyos cabilderos tienen años ejerciendo presión, sobre todo en el Senado de la República, para evitar la prohibición de los plásticos de un sólo uso y eludir su responsabilidad en el manejo de los residuos.
Exhortaron a los legisladores que respondan al interés de la población a la hora de dictaminar las minutas de reforma a la Ley General de Residuos (LGPGIR) y de creación de la Ley General de Economía Circular, aprobadas el año pasado en el Senado de la República.
Advirtieron que se debe Incluir la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) en la legislación, ya que permite que las empresas que producen, distribuyen, comercializan e importan plásticos, se hagan responsables de los residuos que sus productos generan, además de que las obliga a innovar en productos y formas de distribución que no produzcan desechos, con esquemas de economía circular basados en la reutilización y el refill.
“Es imposible no relacionar la contaminación plástica con afectaciones a la salud. Sabemos de los impactos de la basura plástica a los ecosistemas, y ahora está confirmada la presencia de microplásticos en el agua potable, tierra, mar y en la lluvia, por lo que no se puede tener retrocesos en las prohibiciones estatales, que han tomado la iniciativa en la regulación de plásticos de un sólo uso”, señaló Edgar Lugo Chávez, integrante del Comité Coordinador de la Alianza México Sin Plástico.
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