(Segunda de Tres Partes)
Por: Ernesto Méndez
En el santuario de grandes carnívoros en Colorado, Estados Unidos, habitan leones rescatados en México, víctimas de maltrato y abuso que participaban en espectáculos itinerantes o permanecían hacinados en domicilios particulares.
La primera llamada de auxilio se atendió en 2007, cuando se logró que el león conocido como Kobú, fuera cedido por sus dueños después de vivir cinco años en una pequeña jaula.
Kobú era el “atractivo” en una escuela religiosa del Estado de México, donde lo alimentaban con perros callejeros vivos, según denunciaron los propios vecinos, quienes dieron la voz de alerta.
Posteriormente, se pudo ayudar a tres leones de un circo en Zamora, Michoacán, de nombres Elsa, Yuma y Gala (madre, padre e hijo), que compartían un pequeño lugar.
En los próximos días, una leona, conocida como Tesla, abandonada en una jaula por sus dueños en un rancho de Nuevo León, dejará el Parque La Pastora, en Monterrey, para iniciar una nueva vida en The Wild Animal Sanctuary.
El ejemplo más reciente de recuperación de un gran felino es el de Malka, una leona de siete meses comprada por un particular en el Distrito Federal, que se encuentra en rehabilitación y sólo espera que concluyan los trámites administrativos para salir del Bioparque Convivencia Pachuca rumbo a la libertad.
La idea es que la leona Morelia y la tigresa Selva —de quienes en la edición de ayer se publicó que fueron rescatadas del Circo Daniel Atayde, en Ixtlahuacán, Jalisco, por maltrato, desnutrición y otros males— pronto puedan dejar atrás los años de tortura en el circo y viajen a Colorado para vivir el resto de sus días tranquilamente.
La reintroducción de los felinos se hace en grupos de hasta ocho individuos con características similares, que les permita convivir sin ponerlos en desventaja y evitando que se puedan reproducir.
En general, los animales que llegan a esta reserva dividida en praderas, con 32 años de historia, tienen neuropatías (conductas neuróticas), por tanto tiempo de encierro, que se traducen en automutilaciones o movimientos anormales que se repiten una y otra vez.
“Encontramos muchos animales que están muy debilitados... anémicos, deshidratados, sin garras, sin colmillos, incluso golpeados; hay una leona que rescatamos en un circo de Michoacán, que se llama Elsa y que tiene un problema neuronal, por un golpe, la lengua siempre la tiene de fuera”, relató Maricarmen García Domínguez, representante en México y coordinadora de Rescates de The Wild Animal Sanctuary.
La también activista por la defensa de los animales lamentó que el maltrato hacia los leones o tigres sea algo común en los circos, porque la forma de domar a un ejemplar y condicionarlo a realizar una rutina siempre es violenta.
“Cualquier circo que te diga que no maltrata animales está mintiendo. Para poder someter a un animal con ese temperamento y con esa fuerza es porque realmente le tiene mucho más miedo al castigo que a enfrentarse, por ejemplo, al fuego, que por instinto les da pavor, y que prefieran enfrentarse a eso que a su domador es porque realmente hay muchísimo maltrato de por medio”, afirmó.
García Domínguez dijo que los instrumentos que utilizan en la actualidad los domadores no sólo son látigos que hacen ruido, sino son artefactos diseñados para lastimar.
“Muchas veces no alcanzamos a ver, pero el látigo en la punta tiene una ganzúa de metal, que cada vez que golpea se encaja en la piel y descarna. Los bastones que se usan para los elefantes tienen un garfio en la punta y sirven para lastimarlos atrás de la oreja, que es su parte más sensible, y sucede en México todo el tiempo”, denunció la representante de The Wild Animal Sanctuary.
La cultura del circo
El circo es patrimonio cultural de la humanidad, porque “es una danza que hace el hombre con los animales”, en un proceso que va estrechamente ligado al desarrollo de la civilización, consideró Federico Serrano Díaz, director de Difusión del Circo Atayde Hermanos.
En entrevista con Excélsior, lamentó que exista una “moda relativamente nueva” de creer que todas las imágenes que circulan por internet son verdades absolutas, a pesar de que se sacan de contexto.
Indicó que desafortunadamente hay una gran ignorancia sobre cómo funcionan los circos, porque ningún empresario viaja a la India o a África a traer un elefante; “simplemente es como insólito suponerlo. Estos animales, por generaciones, han nacido en reservas. Si se decidiera enviarlos a su hábitat natural morirían en dos días, porque siempre han estado en cautiverio”.
Puntualizó que nadie en su sano juicio está en favor del maltrato animal y las prácticas añejas para domar a un tigre o un elefante fueron evolucionando y ahora se entrena con base en estímulos o premios.
“Hay entrenadores que son muy cuidadosos. Un animal es una cuestión carísima, simplemente desde el punto terrenal, el activo que representa para una empresa tener dos elefantes no es para estarlos maltratando, sangrándolos y exponiéndolos al peligro. Hay muchos prejuicios y lugares comunes en torno a esto”, manifestó.
El director de Difusión del Circo Atayde Hermanos subrayó que no hay evidencia científica que confirme que los animales sufren en los circos o cuando se encuentran de gira, viajando de un lugar a otro.
“De pronto hay una discusión sobre si sufren o no sufren, ¿sufrirá la rosa cuando usted la corta para regalársela a una señorita?, no lo sabemos, entonces es una cuestión casi de fe”, dijo.
Serrano deslindó al Circo Atay-de Hermanos de los lamentables hechos ocurridos en el Circo Daniel Atayde, donde la leona Morelia sufrió de maltrato durante 20 años, al señalar que se trata de un caso de “franca y pura piratería”.
Reconoció que Daniel Atayde seguramente es un primo, sobrino o tío de la familia, pero que no tiene derecho a utilizar el apellido, porque es una marca registrada, aunque la autoridad no hace nada para evitarlo.
“En este momento hay 20 circos Atayde pirata en la República Mexicana, que le ponen un nombre propio y Atayde y luego otra cosa, o nada más Atayde con ‘i’ y la gente se va con la finta”, aseguró.
Comentó que las fotografías difundidas en redes sociales sobre las condiciones en las que se encontraban los animales del circo Daniel Atayde “son espeluznantes y realmente inhumanas”, por lo que los responsables deben ser penalizados.
Sin embargo, sostuvo que no se debe generalizar, porque así como hay circos que maltratan a los animales, compran fauna silvestre en el mercado negro y no tienen permiso para operar existen empresas que cumplen con todas sus obligaciones, cuidan a los ejemplares y representan una fuente de ingresos para muchas familias.
Resaltó que Atayde Hermanos está dispuesto a debatir sobre nuevas normas de protección a los animales, pero “con argumentos, no con sentimientos”, y consultando a todos los sectores involucrados, sin legislar a espaldas de la gente que vive del circo.
Animales felices
Teresa Moreno Manzanilla es veterinaria y responsable técnica de 78 circos y 25 espectáculos ambulantes en todo el país. Con su compañía Exóticos y Salvajes —fundada en 1992— ayuda a los empresarios en trámites legales, gestoría, cuidado, venta y renta de animales con certificado CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).
Los especialistas que colaboran con ella se encargan de establecer los lineamientos sobre el cuidado de la salud, vacunación y alimentación de los ejemplares, así como del plan de manejo y plan de contención, en caso de que algún animal escape de su encierro.
Moreno Manzanilla aseguró que todos los especímenes con los que trabaja Exóticos y Salvajes cuentan con marcaje de microchip, como lo establece la Ley General de Vida Silvestre, para conocer su origen y datos generales.
Admitió que, aunque en sus contratos no existe una cláusula para evitar el maltrato animal, su papel es orientar a los cirqueros para que los ejemplares se encuentren en buenas condiciones.
“Yo visito y estoy en comunicación constante con todos mis representados y siempre lo que se busca es evitar el maltrato y que los animales estén de la mejor manera posible. No puedo garantizarlo (que no haya maltrato), porque no lo estoy haciendo yo, esto depende de que alguien más lo haga, pero claro esa es justamente la meta, eso se busca cuando están bajo mi representación”, señaló.
La médico veterinaria zootecnista afirmó que en la actualidad es posible que un animal aprenda a realizar rutinas sin condicionamiento de comida o golpes por parte de sus domadores.
Resaltó que los buenos entrenadores logran una estrecha relación con los ejemplares para conseguir que “de manera positiva” hagan lo que se está buscando.
“Estamos hablando de que hace muchos años se utilizaban látigos y muchas otras cosas. Así como a los niños se les educaba a nalgadas hoy en día todo es un condicionamiento positivo, como a los perros, en este momento te sentaste, entonces yo te premio con un pedacito de salchicha”, puntualizó.
Precisó que en los casos que haya elementos para sancionar a los empresarios de circo se debe actuar, pero también hay que considerar que existe demasiado activismo y “siempre andan buscando y acusando”, incluso antes de que el espectáculo llegue a las ciudades.
“Cuando hay algo que no se está haciendo bien no es por perversidad del empresario, ni porque es un desgraciado, como los han querido poner en los medios de comunicación, seguramente hay un desconocimiento del tema atrás, pero no es por maldad”, justificó.
La propietaria de Exóticos y Salvajes agregó que los animales de los circos viven felices y “se la pasan muy divertidos porque todos los días son diferentes para ellos”, incluso llegan a disfrutar del aplauso del púbico.
“Son animales que no tienen que preocuparse por la comida ni el agua, yo creo que se la pasan mejor que en los zoológicos”, concluyó Moreno Manzanilla.
(Excélsior)
Lee la Primera Parte del Reportaje: "Circos lucran con dolor salvaje"
Lee la Tercera Parte del Reportaje: "Activistas piden abolir la esclavitud circense"
Añadir nuevo comentario