Activistas piden abolir la esclavitud circense

Sección: 
Medio Ambiente

(Última de Tres Partes)
Por: Ernesto Méndez

Disfrazados como elefantes, tigres y cebras con grilletes en los tobillos y cadenas en el cuello, alrededor de 300 activistas de la organización AnimaNaturalis se manifestaron a las puertas de la Arena Ciudad de México, en protesta por el maltrato a los elefantes en el circo Ringling Brothers.

La movilización realizada el 26 de mayo del año pasado tuvo como objetivo sumarse a la campaña internacional iniciada por la influyente agrupación PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), que puso al descubierto, a través de unos videos, los abusos cometidos por los domadores, que con tubos y látigos golpean la trompa y las orejas de los elefantes antes de salir al escenario.

En las ediciones del viernes y ayer, se dio a conocer que autoridades ambientales han rescatado diversos animales de circos, debido al maltrato y desnutrición a los que son expuestos por parte de sus domadores y dueños.

Antonio Franyuti Vidal, director de AnimaNaturalis México, explicó que este circo, que ya tuvo que pagar una multa de 270 mil dólares en Estados Unidos, demuestra que detrás de cada acto con ejemplares de fauna silvestre hay horas y horas de golpes, cadenas, bozales y descargas eléctricas.

“Es ridículo querer hacer que un elefante se pare en dos patas, que el tigre salte por un aro de fuego o que un oso ande en una pequeña bicicleta, no es divertido; para que los animales hagan estos actos hay que martirizarlos y torturarlos”, manifestó.

Franyuti Vidal indicó que en nuestro país, la Ley General de Vida Silvestre es muy permisiva, porque no establece claramente el espacio que debe tener un espécimen para moverse, la alimentación que debe recibir, ni lo que es el trato digno y respetuoso, “porque mientras sean legales cualquiera puede tener animales”.

Dijo que el maltrato no solamente es sangre, sino también la zoocosis que genera el encierro, por ejemplo, en los elefantes, que todo el tiempo se están meciendo de un lado a otro, porque ya se volvieron locos o los monos que se la pasan dando vueltas en sus jaulas.

Detalló que esto es muy peligroso, porque los animales se pueden salir de control, como ocurrió en febrero de 2013 en Sonora, cuando una hembra de tigre de bengala mató a su domador en pleno show en el circo de los Hermanos Suárez, o en septiembre de 2008, con la elefante, de nombre Indra, que escapó del Circo Unión en Ecatepec, Estado de México, y terminó muerta atropellada por un autobús de pasajeros.

El vocero de AnimaNaturalis abundó que la reforma al Código Penal del Distrito Federal sobre maltrato animal “no es tan mala”, pero el problema es el artículo 25, que hace una excepción en lo que ocurre en los circos, las novilladas y las peleas de gallos.

Explicó que, aunque la ley contempla cárcel para quienes abusen de los animales, es complicadísimo que se pueda aplicar, porque los ministerios públicos no conocen la norma y falta cultura cívica y sensibilidad para atender este tipo de denuncias.

Por su parte, Víctor Hirales Herrera, portavoz de la agrupación internacional Derechos Sin Fronteras, dedicada a la promoción y participación del movimiento de liberación animal, lamentó el aislamiento que los circos provocan en sus “víctimas” y los abusos cometidos en nombre del espectáculo.

Refirió que en junio de 2012, una pony preñada, utilizada para pasear a los niños en una especie de carrusel, fue abandonada sin vida en el municipio de Naucalpan, Estado de México, donde por varios días estuvo instalada la carpa del Circo Solary, lo que ocasionó gran indignación de la comunidad.

Resaltó que otro caso condenable ocurrió en febrero de 2013, cuando apareció muerto y quemado un león en Querétaro, a unos metros del Acua Circus on Parade.

El felino fue fotografiado por una persona que pasaba por el sitio y las imágenes fueron subidas a Twitter.

Con base en las fotos, la Profepa concluyó que se trataba de un perro cubierto con una cobija.

“La dictaminación de una bióloga que trabaja en Derechos Sin Fronteras nos asegura que dada la fisonomía del cadáver, efectivamente se trataba de un león, desafortunadamente, cuando las autoridades ambientales se dignaron y tuvieron a bien cumplir con su trabajo e ir al lugar, el cadáver ya había desaparecido”, comentó Hirales Herrera.

Irregularidades

De 2010 a la fecha, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente realizó 92 visitas de inspección a 58 circos y en 63 por ciento de los casos encontró alguna violación a la Ley General de Vida Silvestre.

En total se verificaron 703 ejemplares y se aseguraron precautoriamente 361, es decir, a 51.3 por ciento de los animales, entre los que destacan 19 tigres, 13 llamas, nueve camellos, cinco jaguares y tres osos negros.

Las irregularidades detectadas van desde no acreditar la legal procedencia de los ejemplares o no contar con el equipo para su contención química hasta “no garantizar trato digno y respetuoso hacia los animales, así como su inadecuada alimentación y cuidados médicos veterinarios”.

Alejandro del Mazo Maza, subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa, señaló que “hay muchos circos con ejemplares que no cuentan con plan de manejo, algún sistema de marcaje, como el microchip, o que los tienen en condiciones de maltrato”.

“Vemos que la sociedad ya no aprueba mucho que haya ejemplares que deben estar en vida silvestre y que los tengan en circos, dando funciones, muchas veces en un estado lamentable y con espacios muy reducidos”, admitió.

Del Mazo Maza indicó que es difícil inspeccionar a los aproximadamente 183 circos con registro ante la Semarnat, porque la gran mayoría se van desplazando por diferentes estados, municipios y comunidades.

“En muchas ocasiones tratan de eludir las inspecciones de la Profepa, cuando ellos saben que no están incumpliendo la legislación ambiental”, puntualizó.

El subprocurador de Recursos Naturales prometió “mano dura” contra el maltrato animal y un mayor número de operativos de inspección a circos.

Pidió a la ciudadanía que apoye la labor de la Profepa con denuncias ciudadanas que pueden ser anónimas al teléfono 01 800 77 033 72 o al correo electrónico denuncias@profepa.gob.mx, para seguir actuando y evitar abusos en contra de ejemplares de vida silvestre.

(Excélsior)

Lee la Primera Parte del Reportaje: "Circos lucran con dolor salvaje"

Lee la Segunda Parte del Reportaje: "De las rejas del circo a la libertad"

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