Adiós a la leona Morelia, irá a un santuario

Sección: 
Medio Ambiente

Por: Ernesto Méndez

Cuando fue rescatada moribunda de las garras del Circo Daniel Atayde, pocos pensaron que su historia tendría un final feliz. Desnutrición grave, deshidratación, sarna, descalcificación y lesión profunda en el cráneo, diagnosticaron los médicos veterinarios.

Un año siete meses después, la leona Africana, Morelia, que pesaba 40 kilogramos, partirá este sábado con sus 148 kilos de felicidad rumbo a uno de los santuarios más grandes del mundo, para pasar el resto de sus días junto a los suyos.

La maltrecha vida de Morelia dio un giro inesperado desde el momento en que un ciudadano, aterrorizado por las condiciones físicas en las que se encontraba la leona Africana, comenzó a circular en Internet, fotografías, donde eran evidentes las marcas de tortura, que le dejaron 20 años en el circo.

En las pantallas de las computadoras, la gente se estremecía al ver a la leona Africana, flaca hasta los huesos, postrada en una pequeña jaula y con la mirada perdida.

El 21 febrero de 2013, la agrupación Adopta Guadalajara subió las imágenes a su página de Facebook e inició una intensa campaña en redes sociales para dar con el paradero del espectáculo itinerante que ofrecía funciones por 20 pesos en pequeñas comunidades del estado de Jalisco.

La indignación creció, al grado que el mensaje con las fotografías de Morelia se volvió viral y la Cadena de la Asociación Nacional e Internacional contra el Maltrato Animal presentó una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Gracias al apoyo y la presión de millones de usuarios de la red, el Circo Daniel Atayde fue finalmente localizado e inspeccionado por la Profepa, el 1 de marzo de 2013, en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, donde el principal atractivo era el show de Morelia junto al “Guapísimo Tarzán”.

En aquellos días, un reportaje publicado en este medio daba cuenta del maltrato que sufría la leona Africana, a manos de su domador.

“Las luces del escenario circular se apagan, y de repente, una voz grave anuncia, a través del micrófono, uno de los actos estelares de la tarde. Chicos y grandes se levantan de sus sillas metálicas, acondicionadas como butacas, para tratar de ver más de cerca. De pronto, un reflector ilumina el centro de la pista para descubrir a un hombre de cabello largo y torso desnudo que saluda a la concurrencia, sujetando con la mano derecha un garrote y con la izquierda a una leona Africana.

La música sube de volumen mientras el Guapísimo Tarzán pasea sobre el escenario jalando con una gruesa cadena a Morelia, que recibe un seco garrotazo en el cráneo, al menor intento por revelarse”.

Nueva vida

Luego de ser asegurada por personal de la Profepa, la leona Africana fue enviada al Centro para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS) de Guadalajara, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), hasta que días después apareció Ericka Ortigoza Vázquez, una ex diputada local del Partido Verde en Hidalgo, que desde hace años tenía un proyecto para rehabilitar animales que tuvieron la mala fortuna de toparse con los humanos.

Tras obtener los permisos necesarios, el 8 de marzo de 2013, Ortigoza Vázquez, quien dirige el Bioparque de Convivencia Pachuca, trasladó a Morelia a lo que es ahora la primera Unidad de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre en México, donde un gran equipo de especialistas se volcaron en atenciones para la leona Africana.

El tratamiento fue exitoso y 19 meses después, Morelia es trasladada por tierra, junto con cinco leones, dos tigres, dos zorros y cuatro coyotes, al santuario de grandes carnívoros, The Wild Animal Sanctuary, ubicado en Colorado, Estados Unidos.

Morelia, que ojalá tenga una larga vida, dejó muchas enseñanzas para todos y se convirtió en un caso emblemático de maltrato animal en México, que logró impulsar la iniciativa de Circos Sin Animales, promovida por AnimaNaturalis, y que hoy es una realidad en 10 entidades del país, incluido el Distrito Federal.

Castigo

El procedimiento iniciado por la Profepa luego de rescatar a Morelia concluyó con una sanción económica de 126 mil pesos para Gerardo Osorio González, quien rentaba el nombre de Daniel Atayde, sin tener registro para operar como circo, y su inscripción al Padrón de Infractores Ambientales.

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