La protección de la vaquita marina se encuentra cada vez en peor situación, con menos de 10 ejemplares restantes y un incremento masivo del uso de redes de Totoaba, que son su principal amenaza.
Desde el inicio de este gobierno se ha relajado la vigilancia y se ha permitido el uso de redes para capturar camarón. Pareciera que hubo un acuerdo no escrito con los pescadores de que solo respetaran una menor área donde se ha visto a la vaquita últimamente.
Esta zona de "tolerancia cero” fue propuesta por el Comité Internacional de Recuperación de la Vaquita (CIRVA), porque ahí se concentra el mamífero marino en mayor peligro del mundo y por ende había que por lo menos aumentar la vigilancia, sin embargo, el gobierno lo interpretó y como lo ha demostrado que únicamente se debía cuidar ahí y olvidarse de la demás distribución histórica y potencial de la vaquita. Así se perdió lo que se había conseguido en 2015, lo que orilla a la vaquita a perder territorio y perder individuos.
De esta forma, fue como regresaron los pescadores de camarón que usan chinchorros, y los totoaberos, que ante la falta de vigilancia comenzaron también a ganar terreno. Hasta que llegamos al descaro total que vimos en fotos y videos, donde más de 80 pangas pescaron al menos 500 totoabas en unas cuantas horas frente a las costas de San Felipe, BC, sin que ninguna autoridad se hiciera presente.
Esto es un delito. El Código Penal Federal (Art. 420) prevé una pena de uno a nueve años de prisión para quien realice cualquier actividad con fines de tráfico, o capture, posea, transporte, acopie, introduzca al país o extraiga del mismo, algún ejemplar, sus productos o subproductos y demás recursos genéticos, de una especie de flora o fauna silvestres, terrestres o acuáticas en veda, considerada endémica, amenazada, en peligro de extinción, sujeta a protección especial, o regulada por algún tratado internacional del que México sea parte, y se aplicará una pena adicional hasta de tres años más de prisión y hasta mil días de multa adicionales, cuando las conductas descritas en el presente artículo se realicen en o afecten un área natural protegida, o cuando se realicen con fines comerciales.
Recientemente se dio, y tanto que lo ha presumido el gobierno, la adición de un nuevo apartado al artículo 2 de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, establece que cuando tres o más personas se organizan para cometer delitos contra el medio ambiente, serán sancionados como un miembros del crimen organizado.
La captura ilegal y el comercio de la Tototaba se regulan en esta disposición. Por ello lo que sucedió en San Felipe se considera delincuencia organizada.
¿Dónde están los 600 elementos que Profepa prometió en un comunicado? ¿Dónde están las investigaciones de la FGR para detener a los operadores de este tráfico? ¿Dónde están los arrestos y las sentencias? Urge como nunca antes que este gobierno actúe y no se haga de la vista gorda. Antes de que la vaquita se extinga, y caiga el costo político sobre esta administración y México sea vergüenza internacional por quedarse de brazos cruzados y permitir la desaparición de la vaquita por siempre.
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