PURO CUENTO
Para Lucía, la vida de ama de casa no es como la esperaba. Creía que, como lo ha visto en televisión, podría levantarse tarde, tener una sirvienta, ir al gym, entre otros lujos. Pero a sus 23 años de edad y con dos hijos, vive pagando renta, viste la misma ropa y zapatos por muchos meses.
Y es que el salario que recibe semanalmente su esposo Manuel, no es suficiente para llevar una vida “decente”. Los mil 500 pesos apenas alcanzan para mal comer y mal vestir.
Lucía, todos los días tiene que buscar las ofertas en los tianguis de la colonia o de los supermercados para estirar el gasto, pues los pequeños tienen que comer sí o sí. Diariamente se mantiene angustiada para y por hacer rendir el dinero, sobre todo si se toma en cuenta que los precios en los alimentos se han disparado descaradamente.
Los kilos en limón, cebolla, plátano, tortilla, huevo, pollo, calabaza, entre otros se han elevado a niveles inalcanzables, y más con el pretexto de la cuarentena a la que está sometido el país, mientras que las autoridades responsables de controlar esta situación no hacen nada.
Lucía sabe que tiene que trabajar para ayudar a su esposo a ganar dinerito extra porque de lo contario van a estar más pobres que de costumbre, pero tendrá que esperar que pasé la cuarentena porque ahora en lugar de contratar, las empresas están despidiendo personal. ¡Qué bueno que a mi esposo no le ha tocado que los corran del trabajo!, comenta Lucía.
¿Y la lana del BienPesca, apá?
A ver Luis, quiero que me des una explicación, dice muy enojada la esposa.
Luis queda estupefacto porque su mujer se veía realmente molesta. Y le pregunta cuál es el motivo de la furia.
Ahorita me enteré por la noticias que el gobierno ya dio por adelantado los recursos del BienPesca y aquí en la casa estamos sufriendo porque no tenemos para comer. Eres un canijo, pues de seguro ya te gastaste ese dinero con tus amigotes del puerto, en cervezas como acostumbras.
Pero mujer, dice consternado Luis. Eso es una gran mentira. Todos los pescadores de Santa Clara (en Baja California), estamos esperando ese dinero. Dijeron que iban a hacer un censo y hasta el momento no ha venido nadie a hacerlo que por el problema del Coronavirus.
No me engañes Luis, sabes cómo me pongo cuando me haces enojar. No quiero más mentiras de tu parte.
Mentiras la del gobierno, mi amor, dice Luis. Puedes preguntarle a los pescadores del pueblo y verás que no han dado la lana.
Cosas de la vida.
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