Ni modo, a seguirle

Autor: 
José Ángel Pérez

El líder tricolor estaba satisfecho con los resultados de la nueva publicidad a favor de su partido político. El mensaje de que en el pasado su instituto había enfrentado y solucionado algunos problemas sociales, a diferencia de como lo hacen sus contrincantes en el presente, había quedado en el imaginario de la población, según le dijeron sus asesores en marketing.

Estaba en su oficina, mirando por la ventana hacia la avenida principal cuando Martínez, su secretario particular, llegó con el rostro desencajado, seguro de que al político sureño no le iba a gustar la noticia que llevaba guardada en el folder rojo que portaba bajo el brazo, relacionada con la captura realizada por la Procuraduría Federal del exgobernador norteño y del exdirector de Petróleo y Energía, acusado de corrupción, lavado de dinero, entre otros delitos.

Al recibir la noticia, Alberto Morales sintió que recibía un golpe justo ahí abajito del ombligo. Su rostro enrojeció, sus manos temblaban y sus ojos miraban con rabia a Morales como si él fuera culpable de los acontecimientos. Enseguida emitió una sonora mentada de madre que retumbó en las oficinas contiguas. No quería dar crédito a lo acontecido. 

No puede ser que pase esto justo en el momento en que se está recobrando la confianza de la población en el partido, y a unos meses de las elecciones. El gasto en la campaña de publicidad se fue al carajo, pensó el político del partido que perdió el poder en los comicios presidenciales pasados.

La mayor preocupación de Alberto Morales es que si en los próximos comicios, para elegir diputados, su instituto pierde más espacios en el Congreso, sus aspiraciones de ser candidato presidencial también se diluyen como agua entre los dedos.

No obstante, la única alternativa que tiene en estos momentos es continuar con la estrategia posicionada en los medios de comunicación y esperar a que el director de Petróleo y Energía, Lozano Arteaga no embadurne de más lodo al partido tricolor.

Antes de ser dirigente del partido, todo se veía muy fácil, incluso como gobernador de su entidad utilizó la estrategia de lanzar declaraciones contra el presidente de la República para demostrar que sería una verdadera oposición al régimen actual.

Tenía la esperanza de que con el paso del tiempo la sociedad mexicana iba a olvidar todo un sexenio colmado de raterias y corrupción. Todo iba tan bien, pero el cielo se ha invadido de nubes, de nubes muy negras que no sólo presagian una feroz tormenta, sino un huracán de largo temporal que arrastrará al partido tricolor a la extinción total.

Regresó sobre sus pasos, trató de calmarse, miró de nuevo por la ventana. Allá afuera había congestionamiento vehicular, arremolinamiento de gente. La ciudad, como su partido, era un verdadero caos. Se acomodó el saco y la corbata y dijo para si: "Ni modo, a seguirle".

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josprez499@yahoo.com

Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de Algo que Informar.

 

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