60% de pinos de Navidad provienen de EUA, lo que pone en riesgo nuestros bosques

Árboles de Navidad
Sección: 
Medio Ambiente

A pesar de que los árboles de Navidad son un cultivo rentable, en tierras que dejaron de ser productivas, México importa principalmente de Estados Unidos, casi el 60 por ciento de la demanda nacional.

“Este año se estima que la demanda nacional es de alrededor de un millón 100 mil árboles, de los cuales nuestro país aportará algo así como 435 mil pinos”, precisó Gustavo López Mendoza, gerente de la Conafor en la Ciudad de México.

La entrada de árboles procedentes, en su mayoría, de Oregón y Carolina del Norte, son un riesgo para nuestros bosques por las plagas y enfermedades, que en el mejor de los casos son detenidas en la frontera, en revisiones aleatorias que realiza la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Por lo tanto, la recomendación es comprar de
preferencia árboles mexicanos o en su defecto importados, pero con la certificación correspondiente y la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

En el caso de los pinos de Estados Unidos, hay que verificar que los árboles tengan un cintillo, que además de especificar su medida en pies, contiene datos sobre su origen y autorización de ingreso al país.

Para los nacionales, la etiqueta debe tener los sellos de Semarnat, Conafor y Profepa, así como la identificación de la plantación comercial autorizada de donde provienen.

De esta forma, se evita comprar árboles talados ilegalmente, que aunque se estima que es muy poco el mercado negro, existe en algunos puntos del país.

"Lo puede denunciar, así hay que hacerlo, ni modo, la Semarnat apoya al que tiene legalmente su producción, le da los cintillos adecuados y si no los tiene, es ilegal y se debe denunciar”, manifestó el gerente de la Conafor en la CDMX.

En maceta

La nueva modalidad de los árboles naturales para los milenials o empresas socialmente responsables son los pinos en maceta, que después de adornar los hogares o las oficinas regresan al bosque para seguir creciendo, dio a concocer Germán López Sarabia, socio fundador de El Pinar de la Cima.

“Nos empezamos a percacatar como el niño, el milenial, el nuevo que viene a la plantación por ningún motivo quiere cortar un árbol, porque tiene una educacion ambiental y finalmente para él eso es algo que no se debe hacer, nosotros tenemos ahí muchas posturas encontradas, pero lo que hacemos es que empezamos a abastecer el mercado con ese tipo de árboles”, comentó.

La idea es que las personas o instituciones adopten el pino y le den seguimiento, lo que representa un ingreso extra para los productores.

“Ojalá y algun día esa misma empresa que lo rentó o la persona, haya tenido tal enganche emocional que nos pague porque cuidemos su árbol”, concluyó el empresario.

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