Al concluir el pasado 30 de julio la consulta pública de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tren Maya Fase I, ingresaron 50 opiniones de interesados, que deberán ser consideradas en el resolutivo final, informó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En sus comentarios en la plataforma digital, el Centro para la Diversidad Biológica alertó que no existe una justificación biológica del número y posición geográfica de los 40 pasos de fauna inferiores y aéreos que contempla la MIA para grandes mamíferos, pequeños vertebrados, mamíferos arborícolas y anfibios.
Puso como ejemplo que sólo existen tres pasos de fauna contiguos a la Reserva de la Biosfera Los Petenes, que es un sitio prioritario para la conservación de 19 mil 595.4 hectáreas terrestres.
"El paso de fauna para Calkini se encuentra a 86 kilómetros del paso de Campeche y 35 kilómetros del paso de Kopoma, lo que representa una enorme distancia injustificada", indicó.
Además, señaló que no hay compatibilidad del Tren Maya con el Programa de Conservación y Manejo de la Reserva de la Biosfera Los Petenes, que prohíbe explícitamente la instalación de infraestructura turística o de servicios, modificación de acuíferos, perturbación de la fauna e instalación de infraestructura industrial.
En sus argumentos, también advierte que el ruido del tren afectará a los animales y la fragmentación del ecosistema tendrá impactos negativos en las especies, como es el caso específico de los primates y los jaguares.
Agregó que el estudio de impacto ambiental no evalúa el daño de la calidad del aire sobre las poblaciones cercanas, ni la flora y fauna por el uso de diésel como combustible para mover la locomotora.
Semarnat sin bases suficientes
Por su parte, la Academia Mexicana de Impacto Ambiental consideró que la Semarnat no tiene elementos suficientes para determinar los impactos reales que el proyecto generará en sus diferentes etapas.
Además de que la MIA no contempla las medidas de mitigación más adecuadas y viables de implementar para disminuir o atenuar el impacto regional, acumulativo y residual que se producirá.
"El estudio debe complementarse y adecuarse para que se puedan tener todo el sustento que permita una evaluación global, fundada y motivada en los términos que establece el marco jurídico y los estándares nacionales e internacionales", sentenció.
Como parte de las muchas inconsistencias, la Academia Mexicana de Impacto Ambiental cita los Acuerdos de París firmados por el Estado Mexicano para combatir el cambio climático, ya que no se describen ni se mencionan las estrategias para cumplir con la reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI), durante la construcción y operación del Tren Maya Fase I.
Subrayaron que nada se dice sobre la pérdida de captura de carbono debido a la deforestación de la superficie de selva durante las obras (que en su primera fase será de al menos 606 hectáreas), ni de la generación de 430 mil 936 toneladas de CO2 por año por su actividad.
"Debe existir una cuantificación adecuada de las emisiones de GEI que ocasionará el proyecto, para que Semarnat cuente con elementos para imponer medidas de compensación y/o de mitigación al respecto".
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