A pesar de que el mundo debe reducir la producción de combustibles fósiles 6 por ciento cada año para evitar un calentamiento global catastrófico, algunos países, incluído México, planean aumentar su generación durante la próxima década, advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés).
En el Informe sobre la Brecha de Producción 2020, que mide la relación entre los objetivos del Acuerdo de París y la producción planificada de carbón, petróleo y gas, concluye que con todo y la pandemia de Covid-19, relacionada con el abuso de los recursos naturales, sigue siendo muy grande la distancia, ya que para 2030 los gobiernos planean producir más del doble de la cantidad de combustibles fósiles de lo que sería consistente con un límite de temperatura de 1.5 grados centígrados.
"Para el período 2020–2030, México preveía un crecimiento del 50 por ciento, Brasil y los Emiratos Árabes Unidos planificaron un aumento del 70 por ciento cada uno, y Argentina apuntó a un aumento de 130 por ciento en la producción de petróleo. Si los gobiernos continúan dirigiendo los paquetes de recuperación de Covid-19 y los fondos de estímulo a los combustibles fósiles, estos pronósticos podrían convertirse en realidad", alertó.
La edición especial de este año del Informe sobre la Brecha de Producción 2020, analiza las implicaciones de la pandemia y las medidas de estímulo y recuperación de los gobiernos en la producción de combustibles fósiles.
El reporte es lanzado en un punto de inflexión, cuando la pandemia provoca una acción gubernamental sin precedentes y las principales economías, incluidas China, Japón y Corea del Sur, se comprometieron a alcanzar una tasa de cero emisiones.
.“Los devastadores incendios forestales, inundaciones, sequías y otros eventos climáticos extremos que se están experimentando este año sirven como recordatorios poderosos de por qué debemos tener éxito al abordar la crisis climática. Mientras buscamos reiniciar las economías después de la pandemia de Covid-19, invertir en energía e infraestructura bajas en carbono será bueno para el empleo, las economías, la salud y el aire limpio”, destacó Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).
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