Van por los 31 delfinarios del país, Atlantis fue el primero

Sección: 
Medio Ambiente

Por: Ernesto Méndez

Una denuncia en redes sociales puso en guardia a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que días después de recibir mensajes de Twitter que alertaban sobre las malas condiciones en las que se encontraban dos lobos marinos en el parque acuático Atlantis, reactivó el Programa Nacional de Inspección a Delfinarios.

Justamente el primero en recibir la visita de verificación fue Atlantis, en la tercera sección del Bosque de Chapultepec, donde según el usuario @cervantesariel1, los ejemplares estaban prácticamente abandonados, lo que demostraba con una fotografía que compartió en su cuenta pidiendo un “castigo ejemplar”.

El operativo que duró dos días y medio, arrojó como resultado el aseguramiento precautorio de siete mamíferos marinos por faltas al trato digno y respetuoso, y uno más, porque ocupaba un espacio que no cumplía con las dimensiones mínimas que establece la Norma Oficial Mexicana 135 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

En entrevista, Alejandro del Mazo Maza, subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa explicó que cuatro lobos marinos y tres delfines tienen lesiones cutáneas y oculares que se pueden apreciar a simple vista, que ponen en evidencia la falta de atención por parte de médicos veterinarios.

Detalló que por el momento, los ejemplares se quedaron en el parque acuático, en tanto se resuelve el proceso administrativo que podría culminar en el decomiso definitivo de los delfines y lobos marinos, que entonces serían trasladados a otro sitio donde pudieran recibir los cuidados necesarios, además de que se aplicaría una multa económica de 50 a 50 mil días de salario mínimo y se inscribiría a la empresa Convivencia Marina (Convimar) dueña de Atlantis, en el Padrón de Infractores Ambientales.

Del Mazo Maza destacó que como parte del Programa Nacional de Inspección a Delfinarios, que reinicio el pasado 11 de junio, se visitarán los 31 centros de espectáculos con registro en el país, donde se exhiben mamíferos marinos.

Destacó que la mayoría de los delfinarios se ubican en el estado de Quintana Roo (16), Distrito Federal (cuatro) y el resto en otras entidades, donde existen aproximadamente 300 delfines y un número no determinado de lobos marinos, focas y morsas.

Precisó que además de revisar el buen estado de los ejemplares, el personal de la Profepa verifica que los dueños tengan los documentos que acrediten la legal procedencia de los animales, que deberán contar con su chip de identificación.

Recordó que de acuerdo a la legislación vigente, en México ya no se permite la extracción de mamíferos marinos de su hábitat natural, pero tampoco hay autorizaciones para su exportación e importación y sólo se pueden aprovechar los individuos que nacen en cautiverio con los permisos correspondientes.

Los inspectores federales que participan en estas acciones también revisan que las instalaciones de los delfinarios sean las apropiadas, que el agua de los estanques tengan la salinidad necesaria, que exista un adecuado plan de manejo de las especies y que haya un buen programa de alimentación.

“Nosotros vamos a seguir con mano dura, con mano firme para aplicar la ley ambiental, conforme a nuestras facultades y sobre todo para garantizar que los ejemplares que se encuentran en delfinarios, circos o zoológicos estén en las mejores condiciones posibles y sobre todo, para disminuir lo que existe todavía por desgracia en México, que es el tráfico ilegal de especies”, manifestó el subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa.

Negro historial

En julio de 2009, el Acuario Aragón también propiedad de Convivencia Marina (Convimar), que era considerado el delfinario más antiguo de México, tuvo que cerrar sus puertas debido a que el Gobierno del Distrito Federal no lo contempló en el programa de remodelación del Zoológico de Aragón, por las malas condiciones en las que se encontraban los mamíferos marinos.

Los directivos de Convimar acusaron a la entonces titular de la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal, Martha Delgado de tener amistad con organizaciones de la sociedad civil que estaban en contra de los delfinarios.

Los delfines y lobos marinos que salieron del Acuario Aragón fueron a parar al parque acuático Atlantis, donde hasta hace aproximadamente dos años participaban en el espectáculo familiar y en sesiones de la llamada delfinoterapia, antes de que el recinto fuera declarado en una supuesta remodelación, que nada más no termina.

Actualmente el área que renta Convivencia Marina en la tercera sección del Bosque de Chapultepec y lo que era el balneario La Ola, es un muladar y un nido de delincuentes, debido a que no cuenta con alumbrado y en la noche es un lugar propicio para que se cometan delitos con toda impunidad.

De acuerdo con testimonios recabados en el lugar, los dueños de Convimar subsisten con la renta del estacionamiento, en el que cobran 30 pesos por vehículo, lo que les permite pagar la renta del sitio, donde incluso se han cometido homicidios.

Actualmente Convimar cuenta con tres registros de delfinarios ante la Semarnat denominados Las Ferias III, Atlantis y Espectáculo Ambulante I, todos con domicilio en el Distrito Federal, en la tercera sección del Bosque de Chapultepec.

Maltrato Animal

Laura Rojas Ortega, presidenta de la asociación civil Comarino, ha denunciado desde hace más de una década las atrocidades cometidas por los delfinarios, que van desde el encierro e ejemplares atrapados en el mar y que estaban acostumbrados a viajar varios kilómetros en un sólo día, hasta las quemaduras o ceguera que sufren los lobos marinos por el exceso de cloro en los estanques.

En su libro Delfinarios, Comarino señala que los animales sufren de estrés en cautiverio que les provoca gastritis y úlceras, que ponen en riesgo su vida.

Las primeras causas de muerte de estos ejemplares son el traumatismo craneoencefálicos, ya que existen estudios que establecen que ante el encierro, los delfines optan por el suicidio al estrellarse una y otra vez contra las paredes que les impiden nadar libremente, y la obstrucción intestinal, por ingestión de cuerpos extraños, como hojas de árbol o bolsas de plástico que flotan en sus piscinas.

Un padecimiento muy frecuente en estos animales es la miopatía, que es el ataque violento con alza de temperatura corporal y ataque agudo al corazón, todo esto provocado por estrés, ya sea por la captura o el transporte en contenedores, ya que muchos delfinarios ofrecen espectáculos ambulantes en el interior de la República Mexicana.

No a los Delfinarios

El director de AnimaNaturalis México, Antonio Franyuti anunció que después de los circos sin animales enfilarán sus baterías hacia los delfinarios, que son centros de explotación y maltrato de mamíferos marinos.

Destacó que para lograr el sometimiento de los ejemplares, los entrenadores prácticamente matan de hambre a los delfines y lobos marinos, con el fin de romper su espíritu y lograr que hagan algunos trucos.

“Esto en definitiva es un negocio, son animales que no pueden quejarse, no tienen derechos, son esclavos que tenemos para nuestra diversión y que cuando mueren los remplazamos por otros”, lamentó.

El activista señaló que a la par de los operativos que realiza la Profepa, AnimaNaturalis iniciará una campaña con artistas para presionar a los diputados a legislar contra los delfinarios.

“Es el paso que sigue porque la sociedad está despertando y vamos aprovechar para ir por todo”, aseguró.

Antonio Franyuti hizo un llamado a la sociedad a no asistir a estos centros de espectáculos y a seguir denunciando por redes sociales el maltrato contra los mamíferos marinos, "que hasta ahora ha dado buenos resultados, como es el caso específico del parque acuático Atlantis".

(Excélsior)

Observa las lesiones que presentan los lobos marinos y delfines en Atlantis:

 

 

 

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