Reforestan corales en Quintana Roo contra el cambio climático

Reforestación corales
Sección: 
Medio Ambiente

Se trata de una reforestación en el fondo marino, a través de un programa pionero de restauración de arrecifes en el estado de Quintana Roo, que tiene como meta la siembra de 265 mil corales para el año 2022.

Un proyecto presentado por México como un caso de éxito en la Cumbre de Acción Climática de la ONU, y que representa una esperanza para la supervivencia del Sistema Arrecifal Mesoamericano, el segundo más grande del mundo, sólo después de Australia, que tiene un daño estimado en al menos 50 por ciento de su extensión.

“Lo que hacemos es criar de varias maneras corales pequeños en acuarios en nuestras instalaciones de Puerto Morelos, y cuando crecen los vamos a colocar en su ambiente natural, vamos donde la cobertura de coral está disminuida por alguna enfermedad y entonces ahí plantamos los pequeños corales”, explicó Pablo Arenas, director general del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca).

Apenas el pasado fin de semana, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), anunció el cierre temporal y parcial del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel debido a las afectaciones causadas por el fenómeno conocido como “blanqueamiento del coral”, ligado al cambio climático.

La suspensión de las actividades acuáticas y recreativas a partir del próximo 7 de octubre, será en los arrecifes más emblemáticos conocidos como Colombia, El Cielo y Palancar.

El blanqueamiento del coral se debe al aumento en la temperatura del mar y la acidificación de los océanos por la absorción del dióxido de carbono (CO2), que lleva a la muerte de estos organismos, luego de que salen expulsadas las microalgas (Zooxantelas), que necesitan para obtener el 90 por ciento de su energía, como son las moléculas orgánicas y el oxígeno.

Pablo Arenas detalló que el Inapesca reproduce 13 especies de coral por medio de dos técnicas: Criopreservación, que consiste en recolectar fragmentos o ramitas de coral sanos para crecerlos en el laboratorio o la Biotecnología que es la mezcla de gametos en el acuario para obtener variedades fortalecidas.

“En los acuarios se hace la recombinación genética con la ayuda de bolsas, para simular lo que ocurre en la naturaleza, nada más que en el mar hay una dispersión muy grande de los gametos por las corrientes, y aquí en el laboratorio, los mantenemos confinados, entonces hay un intercambio más acelerado”, destacó.

Alfredo Arellano, titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo dio a conocer que los corales plantados con cemento especial, que tienen una tasa de supervivencias superior al 90 por ciento, son los que se conocen como constructores arrecifales, que hacen crecer el hábitat, para que después sea colonizado por otras especies.

Indicó que las colonias se siembran sobre sustrato marino, estructuras artificiales o esqueletos de coral muerto.

“Hasta el momento se ha trabajado en lo parques marinos de Puerto Morelos, Isla Mujeres y Cancún, y se espera incidir en otras zonas como Cozumel, Tulum y Playa del Carmen”, reveló.

El biólogo recordó que los arrecifes coralinos son ecosistemas de alto valor ecológico, económico y social.

“No exagero al decir que si los arrecifes de coral no existieran, no tendríamos la arena que ha hecho famoso a destinos como Cancún, la Riviera Maya, Tulum, todo el Caribe Mexicano, porque gracias a la disolución del carbonato de calcio que producen los arrecifes, es que se generan estas blancas arenas que dan fama a nuestros destinos turísticos”, comentó.

Por su parte, el director general del Inapesca agregó que los corales forman “oasis submarinos” de alta productividad para la pesca comercial, albergan una gran biodiversidad de especies y brindan valiosos servicios ambientales al ser una barrera natural contra huracanes y la captura de bióxido de carbono.

“Son una suerte de selva tropical en el mar, tienen ese grado de diversidad y de productividad, comparable a alguna selva tropical como en el Amazonas o en Chiapas, en nuestro país”, subrayó.

El programa de restauración en Quintana Roo, que cerrará el año con cerca de 50 mil corales plantados, tiene un costo de aproximadamente cinco millones de pesos anuales, y es impulsado por el Inapesca, Gobierno del Estado, Conanp, UNAM y organizaciones de la sociedad civil.

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