La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), órgano trilateral México, Estados Unidos y Canadá, creado al amparo del T-MEC, publicó el Expediente de Hechos, sobre presuntas omisiones en la aplicación efectiva de la legislación ambiental mexicana para proteger y conservar a la vaquita marina, así como para evitar el tráfico ilegal de pez Totoaba.
Tuvieron que pasar cuatro años, luego de que organizaciones de la sociedad civil presentaron la petición contra el gobierno mexicano, para que la CCA, emitiera los resultados de su investigación, pero sin conclusiones ni recomendaciones para salvar de la extinción al mamífero marino en mayor peligro del mundo.
En el documento final de 144 páginas, la Comisión para la Cooperación Ambiental, que actúa de conformidad con el capítulo 24 sobre Medio Ambiente del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se limita a hacer un relato cronológico de las respuestas de las autoridades mexicanas, entrevistas con distintos actores, reuniones, indagatorias y visitas de campo al Alto Golfo de California.
"Este expediente de hechos no presenta conclusiones respecto de las supuestas omisiones en la aplicación efectiva de la legislación ambiental en las que —según aseveran los Peticionarios— ha incurrido México, ni tampoco sobre la efectividad de las acciones de aplicación de la Parte", indica.
A pesar de ello, la CCA reconoce que según testimonios recabados en la región y en redes sociales de pescadores, nunca se dejaron de usar las redes de enmalle, prohibidas desde septiembre de 2020, en la llamada Zona de Tolerancia Cero (ZTC), ni en la Zona de Refugio de la Vaquita Marina, donde la especie muere atrapada al ahogarse sin poder salir a la superficie a respirar, principalmente con las artes de pesca utilizadas para capturar ilegalmente a la Totoaba, en veda desde 1975.
"En distintas reuniones entre el Secretariado de la CCA y pescadores locales se expresó abiertamente que 'las redes alternativas no sirven', pues —se alega— no tienen el mismo nivel de captura o producción y, cuando algún pescador las llega a utilizar, sufre competencia desigual debido a la ausencia de la autoridad pesquera e incluso acaba siendo amedrentado por otros pescadores", estableció.
Los expertos de la CCA también pudieron constatar el "lavado de camarón" que se hace en el Alto Golfo de California, para brincar la prohibición de exportarlo a Estados Unidos, como parte del embargo impuesto a México en 2018 y ampliado en 2020, por la falta de acciones efectivas para proteger a la vaquita marina.
"La información disponible y los distintos testimonios de pescadores y expertos consultados por el Secretariado apuntan a que, para eludir restricciones derivadas del Acuerdo Redes de Enmalle 2020 y otras de carácter comercial, la producción de embarcaciones menores de la región se envía a procesadores del sur de Sonora y norte de Sinaloa donde se reemite la documentación correspondiente para su posterior exportación como si se tratase de producto de esas zonas.
Al examinar el número de guías de pesca para el traslado de camarón —en particular, camarones azul y café— de los municipios de Mexicali, Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado en los últimos 10 años, se observa un incremento sustancial de las mismas. Los expertos y pescadores consultados han señalado que las actividades pesqueras continúan realizándose en los mismos niveles y con las mismas modalidades que existían antes de las restricciones", señaló.
El Secretariado de la CCA, advirtió que aunque el gobierno mexicano "dice que emitió permisos para artes de pesca alternativas", "no se pudo identificar información detallada sobre el tipo de artes de pesca autorizadas por estos permisos o si los pescadores están realmente utilizando las artes autorizadas".
"Ante la falta de información presentada por México", el Secretariado no pudo corroborar ciertas declaraciones sobre los logros obtenidos en el Plan de Acción de Cumplimiento presentado a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), "los testimonios de testigos oculares no siempre confirman los resultados ofrecidos por autoridades mexicanas".
La CCA, resaltó que, en su momento, México informó que actualmente existen dos mil 223 pescadores y 741 embarcaciones menores vinculadas a los 22 permisos de pesca vigentes. "La Parte manifiesta que desde el inicio de la instrumentación del Plan de Acción de Cumplimiento avalado por CITES, en abril de 2023 y hasta septiembre de 2024, se realizaron cinco mil 191 verificaciones a embarcaciones en los sitios autorizados conforme al Acuerdo de Redes de Enmalle de 2020".
"Respecto de la estrategia de inteligencia y optimización de recursos, la Parte señala que las actividades de vigilancia no se llevan a cabo en horarios y días fijos, sino que se definen con base en información disponible
sobre condiciones meteorológicas, mareas, tendencias de captura en las pesquerías y movimientos de pescadores en las localidades", manifestó.
Abundó que de acuerdo con el informe de México, la Secretaría de Marina, la Conapesca y la Profepa instalaron 711 puntos de verificación para embarcaciones menores y mayores al momento de zarpar y arribar; "484 puntos se localizan en los sitios autorizados y el resto (227) se ubican en puntos estratégicos, aunque se reportó que no hubo resultados en la imposición de sanciones administrativas".
"Asimismo, la Parte ha informado a la Secretaría General de la CITES acerca de la instalación del Sistema de Vigilancia de Largo Alcance (Sivila), con una cobertura inicial de tres kilómetros, cuyo alcance se amplió a 25 kilómetros (13.5 millas náuticas) a la redonda, gracias al funcionamiento de un equipo recientemente instalado, como fuente de información e inteligencia para las autoridades competentes”, precisó.
Las últimas vaquitas
Tras hacerse público el Expediente de Hechos, el Centro para la Diversidad Biológica (CDB), el Instituto para el Bienestar Animal (AWI), el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) y la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), organizaciones de la sociedad civil con sede en Estados Unidos, que presentaron la petición ante la CCA, destacaron que este informe confirma una realidad desgarradora, "la pesca ilegal con redes de enmalle está arrancándole el último aliento a la vaquita marina”.
Sarah Uhlemann, directora del Programa Internacional del CDB advirtió que “México debe suspender de inmediato la pesca con redes de enmalle e implementar vigilancia y aplicación estricta de la ley las 24 horas en todo el hábitat de la vaquita marina, para que estos pequeños cetáceos puedan tener una mínima esperanza de sobrevivir".
DJ Schubert, biólogo de Vida Silvestre de AWI, alertó que el Secretariado de la CCA reconoce que las afirmaciones del gobierno mexicano sobre acciones de cumplimiento no cuentan con respaldo en las observaciones de campo, además de que continúan sin control la insaciable demanda de buche o vejiga natatoria de pez Totoaba en el mercado negro de Asia.
“Las redes criminales transnacionales dedicadas al tráfico de partes de Totoaba no se detendrán hasta que México y sus socios comerciales intensifiquen la aplicación de la ley y procesen a los capos”, subrayó.
A su vez, Michael Jasny, director del Proyecto de Protección de Mamíferos Marinos de NRDC, afirmó que este informe "deja dolorosamente claro lo que sabemos desde hace años, el incumplimiento de México de sus propias leyes ambientales está llevando a la vaquita marina a la extinción. No hay tiempo para medias tintas. Estados Unidos debe utilizar todas las herramientas del T-MEC para exigir responsabilidades a México”.
Por su parte, CT Harry, analista senior de Políticas Oceánicas de EIA, agregó que las sanciones a través del T-MEC, "siguen siendo nuestra última oportunidad para dar a la vaquita marina, casi extinta, un atisbo de esperanza; con la incapacidad del gobierno mexicano para evitar la pesca ilegal con redes de enmalle, se agota el tiempo para las últimas vaquitas marinas", ya que según la más reciente estimación sólo quedan entre seis y ocho ejemplares.
(Ernesto Méndez)
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